Una entrevista de trabajo no deja de ser una conversaicón y tomar notas mientras conversamos demuestra interés, atención, capacidad de análisis y compromiso. No estás ahí solo para "pasar un examen" o esperando impresionar, sino para entender si ese puesto también encaja contigo, o bien para anotar datos, particularidades o dudas que puedes necesitar recordar o ampliar después.
Hacer preguntas al final de la entrevista muestra preparación, pensamiento crítico y una actitud proactiva, además de que indica que has escuchado de forma activa. Los candidatos que preguntan sobre la cultura de la empresa, el equipo o los retos del puesto dejan una impresión más profesional y madura. También puedes pedir que te aclaren lgún punto que no te haya quedado del todo claro y hayas anotado, o que te amplien más informaicón.
Y solicitar una valoracón de tu participación en el proceso, aunque el resultado haya sido que no te han seleccionado y aunque no siempre la recibirás, transmite una voluntad clara de mejorar y de aprender. Denota humildad, autoconocimiento y orientación al desarrollo. Habla de ti como una persona abierta, consciente y orientada al aprendizaje, lo que te aseura que el seleccionador va a recordarte para próximos puestos.
¿La conclusión? Quien toma un papel activo en el proceso de selección no solo busca un empleo,sino que construye una relación mutua más sólida. Y eso, los seleccionadores, lo valoramos mucho.